¡Que titular más original!, ¡como nos lo hemos currado!, ¡nadie se lo esperaba!: pues sí, como podéis ver e imaginar, hoy os queremos enseñar los anillos de la boda.
Aunque bueno, seamos correctos a la hora de utilizar cada término y llamemos a las cosas por su nombre: alianzas.
Las tenemos desde hace ya bastante tiempo (desde Mayo o así ), e incluso alguno de vosotros las habéis podido ver físicamente. Obviamente, decidimos esperar para enseñaróslas a todos a que quedase bastante menos para la boda.
Para el que no lo sepa, la tradición de ponerse los anillos en una boda tiene más de 2000 años y encontramos su genésis en los tiempos de Roma. En aquellos momentos, la imposición del anillo tenía una función más práctica que romántica, ya que ambos contrayentes recibían un sello (nos referimos a sello-anillo, evidentemente) con el que cerrar las cartas y firmar la documentación oficial de la familia. De esta forma, cuando dos personas se unían (que en los tiempos de Roma tenía un significado más extenso, ya que se unían dos familias con sus patrimonios, intereses e influencias) pasaban a tener un sello que los identificaba y que les servía para diferenciarse del resto.
Posteriormente, cuando el cristianismo fue ganando adeptos, hizo suya esta tradición de los anillos, grabando en los mismos, en vez de un sello o escudo familiar, simbología relacionada con la Fe cristiana. Fueron los primeros cristianos los que trajeron consigo la tradición del anillo de oro, ya que los romanos los hacían de hierro y los adornaban con piedras y grabados.
Los nuestros, como podéis observar, son dos alianzas sencillas y clásicas, sin estridencias y con un grosor normal. Ambas alianzas son de oro y son de la tradicional joyería sevillana Santamaría.
Las alianzas (al igual que las arras y las invitaciones ) han sido el regalo de boda de Marco y Rocío, a los cuales les agradecemos desde aquí el precioso regalo y les felicitamos y hacemos público (para aquellos que aún no lo sepan) su reciente doble paternidad. Aquí podéis observar a nuestros primeros sobrinos; la primera foto es de Marquitos y la segunda es de Julia.
Por desgracia, los dos sobrinos más guapos del mundo no podrán llevarnos los anillos, pero bueno, se lo perdonaremos...
Siguiendo con lo que nos toca hoy, os comentamos que ambos anillos tienen grabados el nombre de cada uno (el de Julito tiene grabado el nombre de Fátima y viceversa) y en ambos está grabado el 8 de Octubre. Como es natural, ambos están hechos a medida y han sido probados para evitar sorpresas.
Pues aquí están, esperando pacientemente a que el 8 de Octubre abandonen su caja y pasen a adornar los anulares de Julito y Fátima para toda la vida.
¡Ya queda menos!.
Un abrazo a todos.
Julito y Fátima.
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